La Vigen del Carmen. en su gran día, se paseó por las rúas guardesas hasta llegar al puerto, entre una multitud, que cantó, piropeó y acompañó a la Señora.
Foto Somosasín.
Varios marineros, a hombros, dirigieron a la Virgen a la dársena para dar testimonio directo del acto en recuerdo a la gente del mar fallecida, con una corona floral, en las aguas del puerto.
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Todos los años se deposita una corona de flores en el puerto.
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En el puerto, estuvo siempre presente el Piueiro durante la ceremonia, consistente en dejar en el Atlántico, como todos los años, una corona recordatoria ante casi todo el pueblo de A Guarda.
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Siete chavales, en el mar, sobre unas gameliñas, fueron también testigos de un acto pleno de solemnidad delante de la Virgen.
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Y allí quedó la corona de flores, inmortalizada en cientos de móviles.
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Toda la flota del Piueiro estuvo atenta al emocionante momento.
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La Virgen del Carmen, ya de vuelta a la iglesia parroquial.
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La banda musical de A Guarda escoltó siempre a laVirgen y adornó su paso con aires marineros.
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El nuevo alcalde de A Guarda, Roberto Alvarez Carrero, presidió toda la comitiva.
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La misa se celebró en la carpa instalada en el Puerto, con la presencia del Obispo.
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La procesión enfiló hacia la iglesia parroquial. Un gran día del Carmen.