Ya no sabemos cuántas victorias épicas de España, se han conseguido en este Mundial, entre Polonia y Suecia y a las dos selecciones, consideradas nivel top, a las que se ha conseguido derrotar en campos extraños, sin que la presión ambiental influyera sobre este equipo enorme. Este será un enigma para descifrar cómo la seleccción de Jordi Ribera domina en la pista a países que nos superan en densidad, practicantes y licencias federativas.
La historia se repitió por enésima vez. Volvió a salir un primer tiempo extraño, con gran rapidez por parte sueca y floja defensa por el bando hispano. En el descanso, 22-18 para los nórdicos.
En los vestuarios, de nuevo debió haber arenga y los españoles salieron para escribir otra remontada de historia. Hubo reacción. Las camisetas seguían igual, pero el ánimo que las contiene rebosaba el Tele2 sueco.
Pero la salida de Rodrigo Corrales y la punta de lanza de Adrián Figueras fueron claves decisivas para que en los minutos finales España congelara a la selección sueca. Otra victoria coral.
Esta ya es la quinta presea intercontinental. España sigue en el camino Y detrás de la selección hay un gran estratega, cuya aureola parece que la han descubierto algunos ahora.
A la selección nacional y a Jordi Ribera: Muchas gracias y enhorabuena.
Foto RFEBM.
