No era el mejor momento para el clasificatorio al Mundial 2025, pero había que pasarlo. En el Spens Arena, en la localidad serbia de Novi Sad.
En el zurrón, España llevaba bien sujeto un+4, pero estuvo a punto de perderlo.
Serbia comenzó con la misma fortaleza que en Lalín. España lo sabía. Los primeros 30 minutos tuvieron tono y color serbio. Defensa más que férrea y ataques rápidos, bien estudiados en la pizarra. El equipo de Jordi Ribera no estaba cómodo. No encontraba la clave para salir del temporal.
En el descanso, 23-20. A España se le notaba que era de carne y hueso. Los serbios se ponían con un +6 acongojante.
Ribera desde el banquillo intentaba taponar la brecha tanto en la pista como en las mentes hispanas. En el minuto 58, con 24-22 se ponía una tirita fuerte en la moral de los españoles. Se controló bien el último suspiro y España se quedó al borde del precipicio, sin caer en ello. .
Estará en el Mundial del próximo año porque esta selección tiene casta. Y hay un buen técnico a su lado..Lo único que queda es programar bien y con tiempo la preparación para París.
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