El derbi madrileño de la Plata masculina, entre Ikasa Madrid y Secín Alcobendas ha servido para comprobar in situ que el balonmano de Madrid, en el inicio de esta temporada, acoge a sus "hijos pródigos" antes de Navidad. Vuelven antes de las Fiestas y, lo mejor, es para quedarse, al menos una campaña.
Después de haber estado muchos años formándose en la cantera madrileña, jugadores como Carlos Donderis y Alfonso de la Rubia, se fueron para hacer camino por otros lares, pero la hora de la vuelta y el regreso les ha marcado una nueva hoja de ruta.
El primero, portero internacional en pista y también en Bm Playa, se fue hace tres años a Alemania. Allí ha estado, hasta que ha decidido regresar a España y, el mejor sitio para reubicarse ha sido Madrid. En el verano se comprometió con Ikasa Madrid, ex Carabanchel.
El Sábado pasado jugó, en el derbi madrileño de Plata, ante Alcobendas Secín. Todo el parttido estuvo bajo palos. Da gusto que regrese un buen meta. Se formó en Alcobendas y ante ese club jugó hace tres días.
Otro que ha vuelto es Alfonso de la Rubia. Militó en Asobal con Alcobendas. Vivió tiempos mágicos y cerró capítulo para irse a Valladolid. Allí ha estado varias campañas, hasta que decidió abrir otro capítulo de su vida. Ha regresado para ayudar en la categoría plateada a su Alcobendas de toda la vida.
Este Sábado, disfrutó de muchos minutos y cuando tuvo que mandar lo hizo. La experiencia es un grado para De la Rubia.
Otro que no se ha ido de Madrid, pero que ha cambiado de colores deportivos ha sido Lucas Rico, hijo del gran Lorenzo, toda una leyenda para el Balonmano rojiblanco y también para el nacional. Ha permutado y se ha pasado desde Bm Carabanchel a Alcobendas. En la pista estuvo todo el tiempo y, en ocasiones, con paradones, demostró que sigue en forma.
A los tres y, por supuesto, al balonmano madrileño, enhorabuena. Sus "hijos pródigos" han vuelto para enriquecer aún más el patio de Madrid.
Foto Somosasín.
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