En los últimos meses las quejas del Concello de A Guarda se han multiplicado. Es evidente que por la erosión del agua y del viento se está perdiendo metros de costa en la zona del estuario del río Miño, donde confluye con el Océano Atlántico.
Al parecer en 2018 se han perdido ya más de seis metros de costa. Concretamente, en la playa de A Lamiña y también en la zona del Codesal. Entre las mareas vivas y el viento que azota fuerte, cada vez hay menos arena y se pueden ver en directo varios árboles que han caído a causa de esta erosión natural.
Las protestas oficiales de las institciones municipales se han dirigido al Ministerio de Medio Ambiente, pero, hasta el momento, no se han planteado soluciones, que debería ser más que urgentes. Mientras que la orilla de A Guarda se debilita cada vez más; en cambio, la de Caminha se agranda mucho, a causa de las corrientes y muros de contención que se han creado. En todos los medios informativos locales y autonómicos se ha denunciado este punto negro, pero sin éxito.
En este verano a lo máximo que se ha llegado, en A Lamiña, es poner un pequeño aviso de prohibido el paso. La pasarela que va desde la zona de El Molino a la mencionada playa está rota, con riesgo para los paseantes o gente que quiera acceder a la orilla.
En los alrededores se pueden observar el deterioro de los árboles, con las raíces en plena superficie, que dan un aspecto casi fantasmagórico a pocos metros de la propia orilla.
Os mostramos imágenes de los accesos a la playa de A Lamiña. Son fotos de Somosasín y Baz Lomba.
Foto Somosasín.
Foto Baz Lomba.
Foto Somosasín.
Foto Baz Lomba.
Foto Somosasín.
Foto Baz Lomba.
Foto Somosasín.
Foto Baz Lomba.
Foto Somosasín.
Foto Baz Lomba.
Foto Somosasín.
Foto Somoasín.
Foto Somosasín.
Foto Baz Lomba.
Foto Somosasín.
Foto Baz Lomba.
Foto Somosasín.